Luego de un año de pandemia, prácticamente a todos nos ha tocado comprar por Internet. Seguramente hemos tenido experiencias buenas y otras no tanto, producto –entre otras cosas– de que las marcas aún están entendiendo cómo funciona esta nueva forma de comprar.
En esta nota les contaremos exactamente sobre eso: cómo podemos conocer mejor la experiencia de las personas que están buscando nuestros productos, mejorarla, y así, convertirlos en nuestros clientes.
Empecemos por lo más sencillo: ¿qué es un embudo de conversión? También conocido en inglés como “funnel”, es una forma de desglosar el recorrido del cliente desde que conocen nuestra marca hasta que deciden comprar nuestro producto, o incluso después de eso. Se le llama “embudo” porque a medida que va avanzando en este proceso, va limitando más y más sus opciones, hasta finalmente tomar una decisión.
Estas son las cinco etapas principales de este embudo:
Etapa 1
La persona detecta un problema que debe resolver. Por ejemplo, necesita cambiar el horno porque el que tiene ya no funciona, o quiere cambiar a su proveedor de Internet .
Etapa 2
Una vez identificado el problema, el siguiente paso es conocer la oferta que hay disponible para poder resolverlo. Seguramente usaremos Google o le preguntaremos a nuestros conocidos sobre marcas de hornos, o servicios de Internet que funcionen mejor que el que estámos usando.
En esta etapa es cuando tu marca debe estar presente. Si vendes hornos y no estás en Google, difícilmente esta persona podrá conocer tu producto.
Etapa 3
Con la información en la mano, es hora de que esta persona compare las diferentes alternativas. Y mientras más caro sea el producto, más tiempo se tomará para evaluar la decisión final.
Etapa 4
El cliente potencial sabe que tiene un problema, investigó sus opciones, decidió cuál es el mejor... y está listo para sacar su billetera. Este es un momento clave, porque con una compra a un click, el comprador es menos firme en su decisión. Por eso, cuida que el proceso de compra sea sencillo y fluido, de otra manera, correrás el riesgo de que se arrepienta y vaya con tu competencia.
Etapa 5
Se concretó la compra, pero esto aún no termina. Si la experiencia de post venta también es un éxito, las probabilidades de que esa persona vuelva (y que recomiende tu marca) son muy altas; pero por el contrario, si es un caos, estarás perdiéndolo a él y a todos los que se enteren.
Una análisis detenido de estas etapas, tanto para tu marca como para el cliente, te permitirán entender mejor los procesos, las cosas que puedes mejorar y aquellas que debes potenciar. Al evaluar tu embudo podrás generar mayores ventas, más lealtad y un mayor conocimiento de tu marca.