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El momento correcto o Time to Market

Publicado el 03/12/2019

Mucho antes de la Palm e incluso del iPad, en 1993 Apple quiso innovar creando uno de los primeros dispositivos portátiles con las funcionalidades de una computadora. Al final fue descontinuada por su alto precio, deficiencia en la escritura y un bajo volumen en ventas. Sin duda una gran idea pero en el momento equivocado. La tecnología existente simplemente no era suficiente para lograr un producto comercializable y el público apenas comenzaba a coquetear con la idea de necesitar un dispositivo portátil para el uso personal.

Cuando hablamos de claves para alcanzar el éxito, podemos mencionar: dirigirnos a los usuarios correctos; medios correctos y de la manera correcta. No obstante el consenso que existe en estos tres factores, algunos especialistas en emprendimiento añaden un cuarto: El momento correcto o Time to Market (TTM).

Este concepto hace referencia al tiempo que toma un producto desde que es concebido hasta que llega al mercado, requiere decisiones relacionadas a la calendarización, cuándo introducir el producto y cuándo eliminar un producto en declive. “En muchos casos el éxito comercial de un producto o servicio no lo determina la calidad, ni la campaña de marketing ni el precio, si no el momento de estar presente para aprovechar la oportunidad del mercado”, nos explica Raul Gil, experto en Marketing para emprendedores.

 Agrega que hay tres técnicas que pueden ayudarnos a tener un TTM adecuado:

  •  Planear, planear, planear. La planificación, experimentos y estudios de mercado son claves para conocer las necesidades del mercado y como están (o no están) siendo cumplidas.
  • Tener procesos cortos que nos permitan desde un inicio conocer la demanda y el interés del mercado.
  • Medir de manera eficiente los KPI y métricas que nos permitan determinar la evolución del producto y los clientes.

Existen distintas razones por las que las organizaciones impulsan mejoras en el TTM. Las más frecuentes son:

Velocidad, para traer el producto al mercado tan pronto como sea posible, aunque no siempre sea el mejor objetivo, es de alto valor en industrias de rápido movimiento.

Calendarios más predecibles, en vez de traerlo al mercado tan pronto como sea posible, el poder cumplir los objetivos con anticipación ayuda a reducir los riesgos y a crear planes de contingencia ante cualquier situación.

Minimizar los recursos, en muchos casos, mientras más corto el proceso, más económico será reduciendo así los costos y riesgos.

Flexibilidad para tomar cambios, la innovación está directamente relacionada al cambio. La habilidad de hacer cambios durante el desarrollo sin ser disruptivo es muy valorable. Podemos ver como en las startup tecnológicas éste suele ser el factor determinante entre el éxito y el fracaso.

 

“Un TTM adecuado es más que recomendable para cualquier tipo de producto o servicio, y las razones de su importancia son múltiples, tan importante es el poder llegar al mercado a tiempo como el no adelantarnos al mismo, ya que la innovación es solo verdaderamente innovadora si vende, de lo contrario es solo una novedad temporal”, finaliza Gil.

 

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